El objeto del proyecto era la reforma de las plantas y rehabilitación de elementos comunes de un edificio en el casco viejo.
El edificio consta de una vivienda por planta con una superficie útil de 90 m2. La solución distributiva adoptada es similar en todas ellas, pero cada una de ellas ha sido tratada con criterios diferentes en base a la personalización de las mismas.
Se ha optado por una distribución actual en la que priman los espacios amplios, con dos dormitorios, uno de ellos con vestidor y baño.